Ni modo que diga que no, hoy Diego Petersen en las páginas de El Informador se descaró de nuevo, usando las viejas artimañas periodísticas-políticas para dejar a alguien: decir que a su compinche -son compinches- David Gómez Alvarez lo quiere remover del Comité de Participación Social del Sistema Anticorrupción -hágame usted el favor- el gobernador del Estado Enrique Alfaro y para exigir -aquí sí, en muchos casos publicados no- que se respete la privacidad de un juicio, donde bajo protesta de decir verdad la ex esposa del corruptazo politero -en la RAE está dobletero para quienes hacen dos cosas pero no tripletero ni politero como Gómez Álvarez- lo acusó de regatear pensión alimenticia y de llegar con caudales -lavado de dinero- a su casa.
Dice Diego Petersen, el promotor y defensor a muerte de David Gómez Álvarez -¿pues de dónde viene tanto amor?- hoy: “El gobierno de Enrique Alfaro ha lanzado una burda campaña contra el Comité de Participación Social (CPS) del Sistema Anticorrupción. El blanco al que apuntaron fue David Gómez Álvarez, el más reciente de los cinco miembros del Comité. Desde el cinismo político alguien podría decir que no es personal, pero en este caso todo es personal: se ha usado de la manera más vil (sic) y artera (sic) información de una demanda de divorcio (sic), donde todos los datos que están ahí son información privada (sic), que sólo (sic) compete a los involucrados, a nadie más (sic).
“Cuando la Comisión de Selección, de la que soy parte (sic), nombró (sic) a los primeros cinco miembros del Comité en 2017, hubo molestia de algunos poderes fácticos, lo cual habla bien (sic) de nuestro trabajo: lo que se buscaba era hacer una Comisión que no respondiera a los poderes, ni a los fácticos (sic) ni a los legalmente constituidos, pues se trata de un comité ciudadano de vigilancia y coordinación de los elementos del Sistema Anticorrupción y los sujetos a observar son los poderes. Se criticó en su momento la falta de “peso político” de los miembros, pero el objetivo principal era la independencia de éstos. En 2019 el diagnóstico de la Comisión de Selección fue que, si bien el Comité estaba trabajando muy bien, le faltaba (¡faltaba más!) presencia pública. Se eligió (sic) entonces a Gómez Álvarez y, otra vez se incomodó al poder, lo cual de nuevo habla bien (sic) de la designación”.
Cualquiera que lea -los paréntesis usados en la cita son míos- esto captará: Diego Petersen confunde deliberadamente o ama tanto al pillazo David Gómez Álvarez que lo equipara a toooodo el Comité de Participación Social. Para Diego Petersen, es terrible que “ataquen” a su amado cuando solo dicen que es un pulpo que cobra aquí y allá como el propio David ha reconocido en su carta al CPS lo cual lo hace además de inelegible, insostenible y sujeto a sanción; Diego Petersen cree que todo lo que ha hecho -nada- el Comité de Participación Social está bien. Si eligió bajo perfil, ¡bien hecho! O si eligió al corruptazo David Gómez Álvarez para ¡subir el perfil! -sí como no- está ¡bien hecho!
Y en lo que no tiene escrúpulos, y en lo que le sangra la boca o lo que tiene bajo la nariz, es cuando Diego Petersen dice que una demanda de un servidor público que lleva dinero mal habido a su casa y regatea manutención a su pequeña hija es solo competencia de ellos tres.
¡No! Diego Petersen usa deliberadamente el juicio de valor diario para “opinar”, pues tiene ¡columna de opinión”. Además, alude a juicios que aún ¡no inician! y hace críticas de lo que los jueces aún no indagan y menos aún, fallan.
Falta mucho en esta aventura. David Gómez Álvarez no renuncia, Diego Petersen en El Informador lo protege y lo defiende como si fuera su esposa o esposo, hija o hijo, y él fuera un cónyuge o padre solapador. No. De David Gómez Álvarez -pillazo- que se investigue su cobranza aquí y allá. Que se le separe del CPS y se le sancione.
https://www.informador.mx/ideas/MC-a-la-caza-del-Sistema-Anticorrupcion-20200824-0027.html
