Barro sin Bruñir
¡Así las cosas! Tristemente debemos reconocer la carencia de liderazgos en la política de Jalisco, siendo honestos Enrique Alfaro Ramírez es un fuera de serie, si yo fuera Nietzche lo llamaría Zaratustra, es el hombre fuerte en la política.
Jalisco, no tiene otra oportunidad de tener a corto plazo un presidente de la república, sin embargo, Alfaro no tiene a otro como él, tiene un grupo cercano, que no menosprecio, pero no son como él, funcionan a su alrededor, en lo individual no lucen como brilla el gobernador electo, por lo tanto es difícil pensar que suceda otro movimiento similar a lo ocurrido el pasado primero de julio; Alfaro no pierde a la salida de Movimiento Ciudadano, porque tampoco existe, no es un partido político, a Alfaro se le quiere o se le odia, punto. Y desde aquí la gente elige seguirlo o no, no son los expanistas, no son los expriístas, es simplemente algo llamado liderazgo, no todos tienen la oportunidad de señalar y demostrar la impunidad que se vive. Habrá más de alguno que piense que lo puede relevar, pero tampoco es cierto.
Alfaro ganó en la zona metropolitana, los candidatos de Movimiento Ciudadano muchos no dan el ancho, pero Enrique les dio el triunfo, de la forma que haya sido; independientemente de los acuerdos que tuvo que consolidar, Alfaro aprendió la lección del 2012, hoy esa lección la tuvo Carlos Lomelí y a diferencia de Enrique, con un presupuesto del tamaño de Jalisco, por lo que no sé si el dialogo sea suficiente para llegar a acuerdos, Lomelí puede hacer sombra al gobierno de Alfaro.
Desde mi perspectiva veo que es momento de cambiar, de aperturar oportunidades, de sumar gente al proyecto, un proyecto que tendrá el reto de hacer mucho con poco, con todos los factores políticos nacionales en contra y con un Lomelí que le sirvieron con cuchara grande, Jalisco merece tener un presidente de la república, Jalisco merece tener la infraestructura de otros estados, Jalisco necesita que surjan más Alfaros, que no tengan temor en emprender y en enfrentar la adversidad, la soberbia en esta ocasión no debe ser expuesta, el mínimo error será señalado porque Enrique entra en un grupo elitista llamado “los presidenciables”; y de hacerlo bien y estar con la gente correcta no tengo duda que lo puede lograr, mientras tanto, bájense de la nube y sienten pies y cabeza, porque no todo lo que prometieron los presidentes municipales lo van a poder cumplir.
Por último, en estos seis años que vendrán Enrique Alfaro sabrá quienes son los fieles y entenderá porqué se fugarán de nuevo los “Neopseudopanistas”; al tiempo.
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