Al margen de lo que diga el mercader y falso perseguidor de la corrupción, el contralor “ciudadano” (así se hace llamar), Jorge Carlos Ruiz, hoy provocó un breve debate publicando un video comentario en redes sociales a propósito del trascendido ocurrido la semana pasada de que existe una alianza entre el ex mandatario de Jalisco Aristóteles Sandoval y el actual gobernador Enrique Alfaro -al que por cierto Alfaro en su campaña advertía que perseguiría a sus funcionarios por corruptos-, tras una visita que hizo el primero acompañado de Roberto (chino) López a casa Jalisco.
Llamó la atención el comentario de un usuario de Twitter ‘PepeLuisAlva’ que le respondió que olvidó mencionar la lavandería que existía en la Contraloría estatal.
Bien, eso me recordó de inmediato la nota que publicó Mural el domingo 9 de agosto de 2020 intitulada; Cuesta 63 millones y no hay resultados, en relación al actuar del fiscal anticorrupción y florero de Jalisco Gerardo de la Cruz Tovar y la nota agrega: “La Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción le cuesta a los jaliscienses más de 60 millones de pesos anuales, de los cuales 80 por ciento se destina a nómina, pero a dos años de su creación los resultados no llegan.
“La dependencia, a cargo de Gerardo de la Cruz Tovar, pieza clave del Sistema Anticorrupción del Estado, ha abierto 2 mil 868 Carpetas de Investigación de 2018 a la fecha, pero únicamente 25 de ellas han derivado en vinculaciones a proceso, lo que equivale a un 0.87 por ciento de efectividad.
“No hay hasta el momento funcionarios en la cárcel ni que hubieran reintegrado recursos al erario, producto de la actuación de la Fiscalía Anticorrupción y sus agentes del Ministerio Público”.
Bueno, la fiscalización es fácil de entender cuando se revisa la ley, saber las facultades de cada órgano, cuáles son sus “dientes” y cuáles son sus limitaciones para ejecutar sus labores, y es el caso de la Contraloría del estado, que si se revisa la ley, es aunque no se quiera reconocer, la única que ha presentado denuncias, pero si este ente, no lo hiciera, también está la Auditoría Superior del Estado, y por otro lado el CPS y su presidenta Lucía Almaraz Cázarez para revisar y señalar los casos. Contralorías solo detectan y sancionan internamente. El Fiscal debe perseguir y no lo hace.
Por eso es hora de que todo el Comité de Participación Social (CPS) del Sistema Estatal Anticorrupción trabaje de la mano, coordinado, mano con mano, para atacar todo el lastre que han dejado en el anterior y actual gobierno de Jalisco y algunos munícipes que han saqueado las arcas públicas, pero de que el fiscal anticorrupción se está haciendo el que no ve, no oye y no actúa, no hay duda.
Los jaliscienses deseamos que pronto salga de su reconocido letargo o escalará la indignación.
@ivangarme
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