Iván García Medina
A ver que harán este par de faroles legislativos, Augusto Valencia y su coordinador Ismael del Toro, luego de cometer los delitos de peculado y abuso de confianza en contra del poder Legislativo de Jalisco.
El primero, por corrupto al “solicitar” un bono préstamo por 210 mil pesos al “BankPope coordination” y el otro por seguirle la fiesta al autorizarlo.
La ley es muy clara, en su Articulo 148 del Código Penal de Jalisco dice: Comete el delito de peculado todo servidor público que, para usos propios o ajenos, distraiga de su objeto dinero, valores, fincas o cualquiera otra cosa perteneciente al Estado o Municipio , organismo descentralizado o a un particular sí, por razón de su cargo, los hubiese recibido en administración, en depósito o por otra causa.
“Si el monto de lo distraído no excede del equivalente a doscientos días de salario mínimo, se le impondrá al responsable una pena de tres meses a seis años de prisión y multa por el importe de veinte a cien días de salario.
“Si excede el monto a que se refiere el párrafo anterior, se impondrá al responsable de dos a doce años de prisión y multa hasta por el importe de cien a trescientos días de salario”.
MIentras que el Art. 245. Del Código Penal de Jalisco díce: “Comete delito de abuso de confianza,el que, con perjuicio de alguien disponga para sí o para otro, de una cosa ajena mueble de la cual se le haya transmitido la tenencia y no el dominio.
Bueno, dice el dicho: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces” y eso les pasó a esta mancuerna de pillos espléndidos de Movimiento Ciudadano que por darse baños de pureza fueron descubiertos, por cierto a ver qué cuentas darán a Enrique Alfaro por enlodar el buen trabajo y esfuerzo que el presidente hace en Guadalajara.
Ambos ya están en manos del Fiscal Eduardo Almaguer pues hasta del fuero se deshicieron. El delito ya lo cometieron. No tenían derecho ni a pedir ni a prestar.
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