Como va:
Tristes y desanimados se encuentran los integrantes del equipo de campaña de Miguel Castro, y no es para menos, tras conocerse el resultado de la encuesta en el que el candidato a gobernador priísta pasó al tercer sitio en las preferencias ¡a 33 puntos de Enrique Alfaro!. En Mural ya trascendió que en el PRI culpan al responsable de estas campañas perdedoras, Alberto Lamas pero lo que son los adversarios al PRI, a saber: Movimiento Ciudadano, Morena, PAN, PVEM, PANAL, PRD, piden que lo dejen “ayudar” pues con él, el PRI que ya está en un solitario tercer lugar de preferencias, aún podría irse al quinto sitio y ellos avanzar.
Hoy miércoles Mural en su columna Cúpula narra los porqués, leamos: “DE CAPA CAÍDA (sic) están los priistas (sic) por el resultado de la encuesta que ubica a Miguel Castro, su candidato a Gobernador, en tercer lugar (sic).
“A QUIEN le echan la culpa (sic) es a Alberto Lamas, por el papel protagónico que ha tenido en la campaña.
“NO POCOS se preguntan cómo el tricolor tropezó (sic) con la misma (sic) piedra, después de los tristes números que tuvo Lamas como coordinador de las campañas metropolitanas en la elección de 2015.
“TAN FURIBUNDOS están, que algunos amenazan con hacer públicas algunas tropelías (sic) de Marco Carvajal, cuñado de Lamas y funcionario administrativo del Gobierno estatal.
“A CARVAJAL se le vincula (sic) con manejos irregulares (sic) en la Comisión Estatal del Agua y en las Fiestas de Octubre (sic). ¡Sopas!”
Bueno, lo peor de todo, es que no escarmientan y del insomnio que se carga el ex “estratega” de Aristóteles Sandoval, Alberto Lamas, por el miedo del publicista de estar en la lista de probables corruptos que vivirán en Puente Grande, también prendió una veladora en la campaña del Doctor Carlos Lomelí, a quien asesora y apoya vía integrantes del equipo morenista para atacar al puntero Enrique Alfaro y evitar según él, su inminente llegada.
En concreto, los opositores al PRI quieren que lo dejen seguir “ayudando” -a los no priistas- desde la campaña del tricolor.
¡Qué cosas!
