Por Mariana Navarro
Yo lo uso , usted lo usa y todos lo usamos .
Pero , ¿ de dónde proviene este artefacto que parece detener el improperio del tiempo y detiene en nuestro micro mundo nuestra propia tempestad ?
Acompáñeme hoy a conocer este paladín del agua , defensor de los mórbidos charcos y malévolas salpicadas , auxiliar de los que osan con sus rines poner a baño callejero nuestras galas vestimentas .
ORÍGENES ANCESTRALES Y EVOLUCIÓN
El paraguas, ese artefacto tan cotidiano y esencial en nuestros días, tiene una historia que se remonta a las más antiguas civilizaciones humanas.
Su invención no puede ser atribuida a un solo individuo o cultura, pues su utilidad primordial, la de brindar resguardo contra los elementos, lo hizo aparecer de manera independiente en diversos puntos del globo.
Los primeros vestigios de objetos similares a los paraguas datan de hace más de 3,000 años en Egipto, Asiria, Grecia y China.
En estas culturas, el paraguas (o su predecesor, el parasol) era símbolo de estatus y poder, reservado para la nobleza y la realeza.
En el antiguo Egipto, el parasol era un objeto ceremonial, usado para proteger a los faraones del sol abrasador, un lujo que reflejaba la divinidad del monarca.
RENACIMIENTO Y LA ERA DEL BARROCO
Con el pasar de los siglos, el paraguas encontró su camino hacia Europa, donde su uso se diversificó y democratizó gradualmente. En la Europa renacentista, el parasol se convirtió en un accesorio de moda para las damas de alta alcurnia. La confección de estos parasoles era una labor minuciosa, adornada con encajes, sedas y bordados que reflejaban la riqueza y el gusto de sus portadores.
Es en el siglo XVIII donde la figura de Jonas Hanway emerge como un hito en la historia del paraguas.
Hanway, un intrépido viajero inglés, fue uno de los primeros en adoptar el uso del paraguas en Londres, desafiando las normas sociales de su tiempo. Ridiculizado y objeto de burla por su osadía, Hanway perseveró, enfrentándose a la resistencia de los cocheros que veían en el paraguas una amenaza a su medio de vida.
Su tenacidad no sólo popularizó el uso del paraguas en Inglaterra, sino que también lo convirtió en un símbolo de resistencia y modernidad , lo crea usted o no , en el mundo entero .
SIGLO XIX : LA ERA DE LA INNOVACIÓN
El siglo XIX marcó una era de innovación y perfeccionamiento para el paraguas.
La Revolución Industrial permitió la producción en masa de estos artefactos, haciéndolos accesibles a un público más amplio.
Fue durante este periodo que se introdujeron mejoras técnicas significativas, como el uso de materiales más ligeros y resistentes, y el desarrollo del mecanismo de apertura y cierre que hoy nos resulta tan familiar.
La transformación del paraguas de un lujo aristocrático a un objeto de uso común reflejaba los cambios sociales de la época, donde la burguesía emergente adoptaba hábitos y modas que antaño eran exclusivos de la nobleza.
En las lluviosas calles de Londres, París y otras metrópolis europeas, el paraguas se convirtió en un compañero indispensable, no solo para resguardarse de la lluvia, sino también como un accesorio de moda que complementaba el vestuario urbano.
UN SÍMBOLO DE MODERNIDAD
Más allá de su funcionalidad, el paraguas ha trascendido como un símbolo cultural y literario.
En la literatura del siglo XIX, aparece frecuentemente como un objeto que denota carácter y personalidad.
En la actualidad, su presencia en el arte y la moda continúa evolucionando, manteniendo su relevancia tanto práctica como simbólica.
UN PROCESO DE INNOVACIÓN Y TRADICIÓN DEL SIGLO XXI
La fabricación de paraguas combina técnicas tradicionales con tecnologías modernas.
La precisión en el corte y cosido de la tela, la innovación en los materiales de las varillas y ejes, y la ergonomía del diseño del mango son aspectos que reflejan tanto el legado histórico como el avance tecnológico.
El paraguas, más allá de ser un simple protector contra la lluvia, es un testimonio de la ingeniosidad humana.
Cada componente, cada material y cada paso en su fabricación está cuidadosamente considerado para ofrecer un producto funcional y duradero.
Así, el humilde paraguas se erige no solo como un accesorio práctico, sino como un símbolo de nuestra capacidad para adaptar y perfeccionar nuestras herramientas cotidianas.
El proceso de creación de un paraguas, desde la selección de los materiales hasta el montaje final, refleja una fascinante combinación de tradición y modernidad.
Este objeto, aparentemente sencillo, es en realidad un logro de la ingeniería y el diseño que sigue evolucionando con el tiempo, demostrando cómo incluso los artículos más comunes pueden estar imbuidos de historia y sofisticación.
EL PARAGUAS Y LA RESILIENCIA
Ahorita que me lee no me diga que no estará usando un paraguas en esta época de lluvia.
Lo invito a que lo mire con otros ojos , (y no porque yo desee que le piquen sus aristas ) , sino porque desde que empezó la lluvia ha sido su fiel compañero.
Negro , blanco , transparente , caro o barato ,está ahí , resistiendo junto con usted , los embates del tiempo .
CONCLUYENDO
Al observar la vasta diversidad de paraguas que nos rodean, ( desde los más sencillos hasta los más elaborados), recordemos que cada uno de ellos es un testimonio de siglos de innovación y cambio social.
El paraguas ,no es simplemente una herramienta; es un símbolo de la evolución y creación de soluciones ingeniosas a los elementos y estragos de la naturaleza .
Es su escudo , su sable y su refugio … es su paladín del agua , defensor de los mórbidos charcos y malévolas salpicadas.
Así que hoy, al sostener su paraguas, no olvide que no sólo nos resguardamos con él de la lluvia, sino que también afirmamos nuestra resistencia y capacidad de enfrentarnos
a las inclemencias de la vida.
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