Columna
¡Así las cosas! Pasan los días y parece que el trabuco crece, los rencores se acumulan y Jalisco pierde, pierde porque no logran ponerse de acuerdo las partes, hay quien asegura que en todo esto Marcelo Ebrard es quien logrará tener el dialogo con el gobierno electo, en definitiva es un político con trayectoria amplia y principal operador de AMLO, de Alberto Uribe solo podemos decir que fue una llamarada de petate y se extinguió pronto. En Morena, no cuentan con él. No les interesa, al igual que otras figuras que fueron parte de éste proceso electoral, hubo quienes llegaron a MORENA no por estar convencidos, sino porque hubo moneda de cambio o conciencias compradas y hoy no generan compromisos, porque su voluntad tuvo precio y ésta se compró, así sucede con la regidora electa Claudia Delgadillo, Claudia solo será coordinador de regidores en Guadalajara, claro, bastante incómoda para Ismael del Toro; pero más allá de eso, Claudia no tiene nada. Todo el pastel le pertenece a Carlos Lomelí; Lomelí, ha forjado carrera desde el proceso electoral del 2012, proceso donde él representó al PRD al Senado de la República, fue parte del proyecto de Enrique Alfaro rumbo a la gubernatura de Jalisco y de Andrés Manuel al gobierno mexicano al generar la alianza entre PRD, PT y Movimiento ciudadano, claro, en lo nacional, habría que recordar que en aquellos días Raúl Padilla López impulsó a Fernando Garza al gobierno del estado por PRD y debilitó a Alfaro en su aspiración, mejor candidato el PRD en su historia había tenido, pero no le fue suficiente.
Lomelí en 2015 fue candidato a Diputado Federal de Movimiento Ciudadano, Lomelí no pudo ser candidato al gobierno de Zapopan y se decía que tenía aspiraciones al gobierno de Tonalá, pero tampoco fue así, Lomelí tiene un vínculo estrecho con Andrés Manuel López Obrador, y desde ahí construye su carrera política, Lomelí cada día es más poderoso, se ve invencible al futuro. Si Carlos Lomelí decidiera en el siguiente proceso competir por Guadalajara, haría un gran boquete a la estructura naranja, Ismael del Toro está obligado a ser un Presidente municipal casi perfecto, porque de lo contrario le abrirá la puerta al Doctor y será un serio aspirante al gobierno estatal, esa misma historia la narró Enrique Alfaro Ramírez, sin embargo Alfaro es diferente, además de ser un líder social está preparado y es muy inteligente, a Alfaro le ha funcionado ser él, Alfaro puede poner orden y le sienta bien ese papel, en cambio Lomelí tiene que construir un discurso propio, dejar de ser pastiche o remedo de Andrés Manuel, debe ser auténtico y carismático para que las cosas le resulten mejor, Lomelí, debe de construir desde el diálogo, no verse como imposición. La gente que no votó por El peje, más allá de parecer o no a Venezuela es porque la gente tiene miedo de una dictadura, es cierto, AMLO es presidente de México, pero no puede pisotear a la constitución, también es cierto que el centralismo podría exterminar la corrupción, los recursos federales ya tienen dueño, y MORENA tiene una plataforma para ser la primera fuerza de México y tener 32 gobernadores.
Sin embargo, los cambios no deben suscitarse así; Andrés Manuel debe legislar y legitimar esas acciones, porque de lo contrario, su figura se verá dictatorial, el tiempo dará la respuesta inequívoca si es la mejor decisión violentar el estado de derecho imponiendo súper-secretarios como gobierno paralelo al estatal, al tiempo…
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