Horacio Villaseñor Manzanedo
Guadalajara necesita en sus gobiernos, inteligencias, funcionarios capaces sin importar el género. Requiere gente experta específicamente en administrar los recursos públicos que genera la ciudad. Si sabe comunicar o no, si sabe litigar o no, es intrascendente para el desarrollo de la gran ciudad. Lo que deben saber es gobernar, dirigir una institución de la magnitud del ayuntamiento de la segunda ciudad más importante del país, no se gobierna a los ciudadanos, se gobierna al gobierno. Se les encarga la tarea de ordenar, disponer y organizar la hacienda del corporativo público que está obligado, por ley, a garantizar, en todo tiempo, una ciudad segura, limpia y transitable. No sé si los nuevos encargados, que inician en octubre podrán, pero lo dudo porque los alcaldes que hemos tenido en años recientes no han podido. Guadalajara, está peor que nunca, “echarle muchas ganas”, sin habilidad no solo no sirve, daña, se pierde tiempo y dinero de todos. Con el tiempo, las penas y las vergüenzas que irremediablemente vivirán, sus ganas también se perderán. La oportunidad ya la tienen, falta la capacidad. ¿Capacidad para qué? Simple: A) capacidad para entender que si la constitución nacional sentencia, […] el municipio será gobernado por un ayuntamiento…, significa qué, el ayuntamiento debe asegurar se conserve en inmejorables condiciones todo espacio público que afecte la calidad de vida, en el municipio, todo es todo, sea privado o de cualquier otro orden de gobierno. Debe tenerse capacidad para cuidar lo que se le encarga directamente y, autoridad para asegurar la efectiva conservación y el mantenimiento de lo propio y lo ajeno. B) Capacidad para entender que si la constitución nacional sentencia, […] el municipio será gobernado por un ayuntamiento…, significa que, el ayuntamiento debe lograr, con recursos propios, otorgar servicios públicos que sirvan, eso es que solucionen, no solo que existan y habilidad para que los otros servicios que encarga a organismos públicos operadores o particulares también solventen. Por cierto, el reto es de tal tamaño que todo el municipio debe ser seguro, estar limpio y transitable, no solo “donde ve la suegra” ni solo cuando no llueve. La clave es ser un excelente administrador, pero no administrador privado que, no solo no sirve a lo público, sino que lo pudre, ante el desconocimiento de las fallas de mercado existentes en la función gubernamental. Y, c) capacidad para entender que si la constitución nacional sentencia, […] el municipio será gobernado por un ayuntamiento…, significa que, un alcalde o alcaldesa de Guadalajara, eficaz, puede construir más obra pública que el gobierno del estado en tres años, sin empréstito alguno y ser más importante para los tapatíos, que el propio gobernador, caso contrario, si no sabe cómo lograrlo, terminará como la mayoría, siendo un pelele y mediocre más. Por cierto, las tareas gubernamentales deben cumplirse, la participación ciudadana es voluntaria. En la función pública, no existe corresponsabilidad, los ciudadanos tenemos derechos y los gobernantes, obligaciones. Culpar a los ciudadanos de que la ciudad es insegura, de que esté hecha un asco o se inunde, es solo pretexto de la inservible “autoridad”, de unayuntamiento sin capacidad para gobernarse a sí mismo, un despropósito o en el mejor de los casos ignorancia. Ni hablar.
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que A Fondo Jalisco no se hace responsable de los mismos.