Iván García Medina
El pleito descomunal y de muy bajo nivel que protagonizan el Fiscal General Eduardo Almaguer Ramírez y el Alcalde tapatío Enrique Alfaro Ramírez degrada sin duda la política de Jalisco.
Yo no imagino un pleito abierto entre el Jefe de Gobierno de la CDMX Miguel Ángel Mancera y el titular de la PGR y son cosas que en nuestro estado de Jalisco no caben: son temas a los que se debería poner remedio.
Veamos el caso Almaguer; Si habláramos de un Fiscal idóneo ya sea por su calidad de jurista o fortaleza personal, digamos a un nivel de don Sergio García Ramírez o un don Javier García Paniagua no andarían discutiendo.
Al primero, por su honorabilidad ni siquiera le pegaban, digamos que por su sapiencia Juridica no lo tocaban y le hablaban de usted. Del segundo quizás con una mirada o con su firmeza y carácter mandaba decir lo que quería y eso bastaba.
Por otro lado, cuando uno se equivoca gravemente en el servicio público no pide consejos a un torpe “que me haga decir me hackearon” si es fiscal”, y Almaguer debería saber o alguien le debería decir que por el cargo que ostenta es el abogado que representa a todos los jaliscienses y por ende no debe ni puede tomar parte en favor de alguien y mucho menos debiera tener cuenta de Twitter.
Cabe mencionar que ningún secretario o colaborador del gobernador por mucho nivel que tenga debería desconocer que toda autoridad electa está representando a miles, es decir que aún fuera el alcalde del municipio más pequeño o modesto o incluso un regidor merece un digno respeto.
Ahora, Enrique Alfaro nos representa a muchos, yo voto en Guadalajara y siento que el alcalde de la segunda ciudad en importancia del país no tiene porqué andar devaluando la representación que le dimos, al andar peleando con un Fiscal que quizá hasta deshonró el respaldo que le dieron los diputados para llegar al cargo.
Respecto a su vida privada, su famosa foto, qué ruines son los que lo ordenaron, el que lo distribuyó y el medio que lo publicó, eso no es noticia y menos en un país donde la mayoría de los políticos son lamentablemente así.
Del fiscal y sus pleitos, lo mismo escribí de Carlos Nájera cuando le pegó al entonces alcalde tapatío Aristóteles Sandoval, hecho que por cierto el entonces gobernador Emilio González permitió y ahora Aristóteles no debería.
Finalmente eso ha motivado a los empresarios que ya cansados de escenas como estas se organizan y buscan ya un candidato propio que los represente y solo falta que José Medina Mora -aunque él no quiere-, acepte el deseo de muchos empresarios, entre otros importantes actores, que lo quieren en las boletas del 2018.
Al tiempo.
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