A Fondo Jalisco
Image default
La Aldea

Refundación: ausencias y sospechas

De Frente al Poder:

Óscar Ábrego
Por más que lo intentan, algunos autoproclamados líderes de opinión y ciertos medios tradicionales de comunicación, no logran revertir el rechazo que la mayoría de la población refleja en las encuestas con respecto a la actual administración. Es evidente que hay un enojo social. Tan es así, que todas las mediciones nacionales colocan al líder del gobierno naranja en una posición poco menos que vergonzosa.
Pero más allá de la angustia de los columnistas y comunicadores que han recibido la orden –de las empresas en las que laboran o del funcionario que sacia sus apetitos económicos- de dar buen trato al ingeniero Enrique para mejorar su imagen, lo importante es explicar algunas causas por las que esta gestión sale tan mal evaluada en los sondeos de opinión.
Basta con echar un vistazo al pasado inmediato. Recordemos dos sucesos que afectaron de modo significativo la percepción del mandatario: el incendio en la zona protegida del Bosque La Primavera y el desbordamiento del rio en el municipio de San Gabriel.
¿Cuál fue el común denominador en ambos casos? La ausencia de Alfaro Ramírez. Hagamos memoria. En el primero, a mediados de abril, que significó la devastación de casi 2 mil hectáreas en el área protegida del Bosque La Primavera, comenzó el declive. En esa ocasión, cuando las llamas aumentaban de intensidad, el mandatario lanzó un tuit que encendió el ánimo (valga el término) de los cibernautas. En dicho mensaje anunció que se tomaría unos días de descanso bajo el argumento de que “Los equilibrios son importantes en la vida”, cosa que irritó a un buen número de tapatíos, quienes hubieran esperado como mínimo una reacción inmediata y que pospusiera su viaje, en virtud de que el tamaño de la contingencia así lo ameritaba.
El segundo episodio fue peor, porque cuando se supo de la crecida del rio en San Gabriel, ocurrido el domingo 2 de junio, y que provocó tremendos daños, nadie sabía dónde estaba el gobernador. Vamos, ni siquiera había una sola pista sobre su ubicación. Sus aduletes guardaron el secreto en todo momento. Tuvieron que pasar muchas horas para saber que monitoreaba y coordinaba las labores de emergencia casi a control remoto. No está por demás mencionar que el repudio en Twitter fue descomunal, al grado que bastantes usuarios se preguntaron si no habría ido a ver la final de la Champions League.
Ahora bien, debido al insultante negociazo de más de 3 mil 600 millones de pesos del programa denominado “A toda máquina”, que puede considerarse –sin exagerar- el “Casa Blanca” estilo Jalisco, se deterioró aún más el concepto que se tiene del alfarismo. Y es que por más que los cómplices y abyectos le brinden un sonoro aplauso a su patrón cuando éste se refiere al tema, lo cierto es que la Contraloría del Estado ha dejado muy en claro que hubo “faltas graves” en el proceso de licitación. De esto, hay que apuntar que la opinión pública le cree más a Tere Brito que a cualquier otro miembro del gabinete.
Con “A toda máquina”, se abrió un abanico de sospechas que con el tiempo han sido demostradas gracias a diversas investigaciones periodísticas. No sobra poner como ejemplo los descarados negocios en la Secretaría de Salud, dependencia que además de escribir uno de los capítulos más incompetentes de su historia, parece que lo crucial para sus funcionarios es corretear los billetes.
Así pues, la Refundación -palabreja que a nadie emociona- está marcada por las ausencias y las sospechas.

Temas relacionados

Viene revancha de Enrique Alfaro sobre Dante Delgado: vuelven a fallar contra Alberto Esquer y ya es ‘carrilla’

Iván García Medina

Entregan a Alberto Esquer todos: Dante Delgado, Enrique Alfaro, Pablo Lemus y Mirza Flores

Iván García Medina

Verificar la empatía entre Alfaro y Lemus

Gabriel Torres Espinoza

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más

Política de privacidad y cookies