Como va:
En el escandalazo “A Toda Máquina” del gobierno de Jalisco que encabeza Enrique Alfaro, hay mil pistas y 990 errores. Digamos es un rompecabezas en el que están metidos el gobernador Enrique Alfaro, sus secretarios, que “no aparecen” en ningún lado… y los fiscalizadores que tarde o temprano deberán entrarle, porque ningún fallo de la Contraloría es definitivo: es solo un paso que –sea cual fuere- concluye en la Fiscalía Anticorrupción o en los juzgados.
Vamos por partes:
1.- Los que saben dicen que fue porque se devolvió un favorzote de campaña. El gobernador no habría ganado nada.
2.- Otros, dicen que porque en realidad se generaron grandes ahorros y es una compra conveniente.
3.- Los mal pensados dicen que hay gato encerrado y que es el primer gran negocio de la administración.
4.- Los que conocen Jalisco dicen que entonces el Gobernador ya no podrá convivir con nadie pues su principal círculo de amigos –no de colaboradores- es de empresarios y tendría conflicto de interés hasta con quien vende el agua de garrafón para palacio.
5.- Los que le entienden a la administración pública dicen que esto es un asunto muy bien cuidado y por más que le busque la Contralora no hallará nada.
6.- Los que saben de política dicen que tanto Juan Enrique Ibarra Pedroza, secretario general de Gobierno, como el secretario de Desarrollo Rural Alberto Esquer –exacto, ése que usted y yo conocemos porque es más largo que la calzada Independencia- se han pasado de listos y dejaron enfrentar en soledad absoluta al gobernador su crisis, pues le juegan perfectamente al avestruz.
7.- Los que saben de derecho dicen que aunque ahorita el Auditor Superior del Estado y el Fiscal Anticorrupción estén a la espera del resultado de contraloría, este es un asunto externo al Ejecutivo y a la Contraloría. Los dientes de la Contraloría del Estado no alcanzan para sancionar a un gobernador.
8.- Los adversarios de Movimiento Ciudadano y de Enrique Alfaro están lamiéndose los bigotes. Este asunto quizá no tenga consecuencias en la ASEJ ni en la Fiscalía Anticorrupción, pero mediáticamente es un manjar largo y que lo van a explotar. ¡Hasta el PRI puso denuncias! ¡Hágame el favor!
9.- Los diarios han errado. No es a la Contraloría a donde deben dirigirse.
10.- Si yo fuera Alberto Esquer entendería que mi pellejo está en juego, por sucio y por jugar tan vilmente al avestruz.
Es cosa de tiempo para ver cómo, al margen de lo que diga la Contraloría, el problema pasará a donde tiene que pasar en la cadena de fiscalización y ahí sí. Ahí sí se verá la realidad de esta compra que se quedará para siempre como un gran lastre en el alfarismo.
Al tiempo.
@ivangarme