
Horacio Villaseñor
La gente cree que la ciudad está hecha un asco y un caos porque no hay planeación urbana o falta voluntad política, pero en Guadalajara los primeros instrumentos de organización territorial fueron creados en 1947, formalmente hay planeación local desde hace 78 años y hace poco más de diez años fue creado el “rimbombante” Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara (IMEPLAN). Entonces, ¿qué falló? ¿por qué el actual desastre? Me explico: Estudié la carrera de arquitecto porque no existía la Licenciatura en Urbanística y Medio Ambiente que hoy se imparte en del CUAAD de la UdG. La carrera de arquitectura tenía una orientación en urbanismo y era lo más cercano a una disciplina que analizaba el espacio público y sus servicios. Pronto comprendí que no se puede orientar el crecimiento ordenado de una ciudad con ayuntamientos débiles, incapaces o inservibles, ni con urbanistas “paleros” de la ineptitud de los gobiernos. El desarrollo de una ciudad depende más de la administración pública que de los estudiosos del urbanismo, ella es el motor del desarrollo. Es la encargada de adquirir tierra para construir las redes de infraestructura y servicios especiales que hagan falta (drenaje, calles, ciclovías, parques, bosques urbanos,panteones, etc.) Los especialistas del urbanismo debieron diseñar y exigir se construyera la ciudad deseada, no hacer propuestas de lo que se puede hacer con lo que hay. ¡Para mejorar hay que destruir loexistente! Se necesita mucho, mucho más que dibujar planitos de zonificación y uso de suelo o de reglamentar tratando de regular, fallidamente, el mercado inmobiliario con prohibiciones absurdas, pero no se animaron a decirle a su cliente, el gobierno, que,si no compraba tierra, todo sería una vacilada. El urbanismo convencional, normativo o tradicional, trató de controlar el crecimiento urbano y fracasó porque los urbanistas ortodoxos a partir de los noventa se dedicaron solo a parchar la ciudad, a apagar algunas lumbradas sin éxito, no propusieron la ciudad del futuro porque quien les pagaba no podría hacerla y se acabarían los contratos. Lo que se necesitaba era tener ayuntamientos eficientes, capaces y poderososde esos que, desde hace 33 años, en Guadalajara ya no hay. La ciudad no puede gobernarse con ayuntamientos que no saben ni gobernarse a sí mismos, los gobiernos locales de ahora son una caricatura, se necesitan profesionales de la función pública que compren la tierra que falta para espacios públicos sin deuda, no ignorantes aprendices o empresarios con visiones inservibles en el gobierno. La metrópoli no se diseña reglamentándola primero, es al revés, debe imaginarse y pensarse, el gobierno debe proponer el diseño conceptual y la sociedad opinar sobre dicha propuesta, hacerse lasnegociaciones, compras conducentes, construirse lo que falta y finalmente reglamentarla para su conservación y mantenimiento, todo se está haciendo al revés y mal, el resultado allí está. Si no hay gobiernos capaces de construir una ciudad con las áreas verdes recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ¿qué diseñan? Está claro que lo hecho no sirvió, los urbanistas decentes deben ser críticos, deben cambiar el enfoque con el que proponen mejoras, diseñar lo que se necesita, no solo lo que se puede hacer sin gobernantes capaces, los que, por cierto, deben profesionalizarse, ser efectivos. El urbanismo tradicional dejó de servir hace años. ¡Allí esta, a la vista de todos, la ciudad caótica! Ni hablar.
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