Staff Afondo- Nada. Su silencio los retrata. Los humanos mismos y más los Derechos Humanos, les importan un comino. Una huelga de hambre afuera del consulado de México en Houston, en exigencia al presidente de la República Enrique Peña Nieto y a su inhumano aprendiz perpetuo de canciller, Luis Videgaray, les tienen a estos sin cuidado.
El día 28 de junio vencía el plazo que la ONU fijó al gobierno de México para que procediera a la búsqueda seria de uno de sus desaparecidos (lo hicieron corporaciones militares, navales o policiacas) y no solo no buscan: ni siquiera dan la cara a los padres. Dirían cónsul y canciller: “que se mueran”.
El asunto es fácil: un joven empresario fue a presentar personalmente a la fiscalía de Nuevo Laredo una denuncia por secuestro militar de un trailer de su propiedad. Le dijeron que era hora de comida y volviera minutos después.
Del exterior de esas oficinas lo secuestraron.
La familia ha ofrecido libertad a corporaciones y pedido en juzgados se chequen sus llamadas, mail, finanzas empresariales y personales y el joven empresario David Jesuá López García salió limpio.
Pero quien se lo llevó ilegalmente no puede o no quiere regresarlo.
La ONU ya exigió se investigue la desaparicion forzada y como este gobierno genocida no contesta, los padres están en huelga de hambre.
La madre al menos se va a morir ahí. Tienen aliados solidarios. Estas bestias de gobierno no saben lo que una madre quiere a un hijo y más cuando es inocente y a las pruebas se remiten. No la atienden ni por cortesía.
Son bestias. Por eso se van. Por eso los expulsan. Y hay que exigir que los juzguen.
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que A Fondo Jalisco no se hace responsable de los mismos.