Por Manuel Gutiérrez
Más álla del balance de obra pública, que está cuestionado por su alto costo, opacidad y poca rentabilidad, la herencia del sexenio de López, es un regreso al pasado, en cuando a revivir formas políticas dictatoriales, que fueron sello del PRI del pasado, cuando era omni-poderoso.
Menos democracia, la imposibilidad de llamarle a esto república, por la falta de independencia de los poderes de la unión, menos federalismo, más centralismo, control y subejercicio presupuestales en aras de sus programas clientelares, es la consecuencia del gobierno personal de López, su imposición y control del poder legislativo, del senado, de la reforma al poder judicial federal, así como a la centralización de organismos autónomos que tienen que ver con la rendición de cuentas, transparencia, competencia, con reglas anti-monopolio, todo ello se lo llevó el viento de la tormenta de la 4T y de ellos poco qued
La gran aportación de López, fue la salvación de un sistema en que nadie creyó, pero que hizo que volviera a tener crédito, por su palabra, sus promesas y sus garantías personales, dado que la corrupción, o el bienestar social, quedaron a deber del todo.
Pero que mediante su liderazgo, con su propaganda se convirtió en un ente viable, en un modo de gobierno popular que reparte dinero a cambio de la adhesión. Un aceptado estado presidencialista, en que el bienestar reviste formas de subsidio al ciudadano, lo que legitima cualquier forma o deforma de gobierno, cualquier dictadura, al final de cuentas, eso no es importante para las mayorías. Lo importante es disponer de la dádiva, tener eficacia electoral por encima de argumentos sublimes, que al final no importan esto se reduce a declarar primero los pobres, amor al pueblo, y cosas así.
El sistema dinosaurio, amparado por las siglas de Morena, es en realidad el viejo sistema de los sesentas del siglo XX en México, pero renovado con un caudillo populista, en un legislativo a modo, y en 23 gubernaturas que se mantienen contra viento y marea, aún acusadas de permear el paso de los poderes facticos del crimen organizado las cuales son absueltas por la palabra del caudillo como ocurre en Sinaloa, con Rubén Rocha Moya, pero no es el único.
La solución a todo ese tipo de cuestionamiento, regresa al régimen censor, al sometimiento de los criterios independientes, cuya presencia incomoda al poder. Esto admite que exista una ideología oficialista, que celebra los pretendidos aciertos como ley, pero que impone un estilo izquierdista con el poder, frente a los independientes que critican al gobierno. No es tan de izquierda, pero concentra el poder, puede ser todo lo contrario.
La nueva prensa de la 4T dice estar con el pueblo, pero siempre pendiente del honor de estar con López, supropósito central. Su finalidad es elogiar, desviar las críticas, anular los argumentos, y repetir los mantras de que estamos mejor que nunca en seguridad, salud, empleo, al cabo la democracia, no es un bien de primera necesidad.
De hecho regresamos a vivir, jodidos pero contentos, con el PRI de antaño, que daba buenos servicios médicos, proteccionismo económico a las empresas nacionales y una gran dosis de estatismo en Pemex y CFE, prioritariamente.Una economía cerrada, proteccionista, pero que generaba buenas condiciones de vida y desarrollo, lo que no es logro actual de la 4T.
Es decir regresamos a formas de gobierno que durante 24 años superamos mediante reformas políticas, acceso al poder de la oposición de izquierda y de derecha, con alternancias, con ejercicios de crítica, a la suma de organismos autonómosun INE confiable y de un Poder Judicial Federal, que mantuvo su dignidad hasta el último momento, mientras se encimaba una oleada total de la aplanadora política, ahora vienen escarceos en algunas entidades en que exista oposición para seguir oponiéndose.
La necesidad de la democracia existirá en tanto se sustente en la verdad. Es decir con valores indisolubles de la sociedad, sectores menores de izquierda y de derecha, sostendrán el andamiaje de la verdad, de la denuncia, de otros datos demoledores, que pretenderán ser ahogados por la oleada inmensa desde el poder. Pero existirán, como el reclamo de formas de democracia reales.
Ya no tendrán el formidable sustento de la oposición que encarnó Morena, en su momento como ente de protesta, por los precios de gasolina, impuestos, inflación, los cuales ahora se simulan.
La política del bienestar no admite esos errores. Ahora, será otra vez, intelectos independientes que volverán a sumar las aspiraciones de un legislativo no acaparado, de un contrapeso del poder, de un estudio sensato y crítico de los problemas nacionales y las posturas gubernamentales para resolverlos.
Esto no termina nunca, pero tampoco se observan las soluciones a los grandes problemas nacionales que fueron mediatizados, no resueltos. Si una aparente disminución de pobreza, a cambio de un deterioro de calidad de vida en salud, educación, seguridad, según datos de CONEVAL o de INEGI antes de que desaparezcan como simples dependencias de secretarías de estado.
La necesidad de optar por eficacia, frente a demagogia, es más radical que nunca y necesaria para el nuevo gobierno de Claudia Shiembaum. No le queda el talante de mentira, de promesa eterna y de falsedad de su progenitor político, debe optar por un estilo resolutivo y realista, que la enfrentará como ola crítica a un sector inamovible, dogmático de la 4T que piensa que todo esta bien hecho con López.
El choque no podrá evitarse, aún con la disciplina de Claudia, porque es naturaleza de ambos movimientos, y el de Claudia requiere resultados, no demagogia. Es su persona, su realidad histórica y su ego personal. Sumarse al tren triunfal de éxitos que no lo son acortará el tiempo del poder absoluto de la 4T, que finalmente es cíclico, como lofue en el PRI durante 70 años, nada es para siempre, ni se gana todo siempre.
Pero apelaba a resultados en muchas de sus administraciones. Pretender que las contradicciones nacionales queden soslayadas por las dádivas, es dejarle mucho a la gratitud mexicana, máxime cuando la inflación,carcome todo tipo de ingreso adicional.
Y de no seguir con esta política de subsidios, la factura política será muy alta, aunque no hay nada que garantize que puede seguir siendo una política de estado clientelar, sobre todo cuando estamos años de la demanda real de reafirmación política, y más cerca de una crisis económica por el derroche del año final, realizado para ganar las elecciones.
El poder legislativo va a tener que vivir la primera lealtad. Al nuevo rey, o presidenta o al pasado, aunque al pasado se deban. Un nuevo concepto legislativo va a tener que surgir del interior del Morena, como tampoco podrá silenciarse la crítica de la oposición real, que sin partidos representantes, organismos representativos, no ha dejado de existir como tampoco hacer números alegres de millones de votos, adjudicados por la sobrerepresentación. Y que decir de sus tácticas gansteriles de ablandamiento de los Yunes, y el secuestro del senador Barrera…menos principios y más resultados.
La clase media tiene su propia agenda, en la medida en que sea la de Claudia Sheinbaum, dará sustento a una nueva corriente dentro del morenismo, tan inevitable como fue su toma del poder absoluto puede atraerla como parte de su nuevo capital político, pero deberá demostrar que es independiente, ya que hasta hoy tiene parte en toda la destrucción que deja el saliente.
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