Horacio Villaseñor Manzanedo
Por qué, un “Ayuntamiento” podría solucionar el problema de falta de drenaje, ¿si su inteligencia solo le da para iluminar, con “foquitos de colores”, las fachadas de edificios y comprar juegos infantiles? Las lluvias en Guadalajara, ni son intensas ni son atípicas, son lluvias acordes al temporal y si los ayuntamientos metropolitanos se integraran con directivos públicos profesionales, listos, en lugar de puro “conocido” del jefe o del “gobernante” en turno, sin más mérito que haber ayudado en una campaña política, las lluvias, en lugar de ser un peligro, limpiarían la ciudad, aportarían humedad a parques y jardines y recargarían los mantos freáticos. ¿De quién es la responsabilidad de construir el drenaje suficiente? ¿La basura lo tapa? Empecemos por entender que, hoy, Guadalajara no tiene drenaje, tuvo en algún momento cuando colaboraban en los gobiernos gente brillante como el Ing. Jorge Matute Remus creador entre otras muchas ingeniosas soluciones, de lo que antes fue el SIAPA, un exitoso sistema intermunicipal, o sea, metropolitano, dirigido por los ayuntamientos, porque son ellos, de acuerdo con la constitución, los responsables del servicio de agua y drenaje. Al crecer la ciudad, se debió ahorrar, no endeudarse, y construir el drenaje necesario. Me explico, drenaje es la acción o el efecto de drenar, y drenar es dar salida y corriente a las aguas, en consecuencia, si una lluvia de cinco minutos no tiene salida en ese mismo lapso, no existe drenaje. Guadalajara, tuvo drenaje, lo que hoy tiene, ya no drena y, entonces, no lo es, son vestigios de un sistema que funcionó antes. Por otra parte, la equivocada creencia de que la basura tapa las bocas de tormenta se cae, cuando ves que brotan fuentes de caca, si la basura tapara no saldría agua servida de las coladeras, además, si hay basura en la vía pública es, también, porque el inútil del gobierno municipal no tiene un servicio de limpia eficaz. Lo que realmente tapa algunos desagües es la hojarasca que tampoco barre el ayuntamiento, aunque está obligado a hacerlo, pero de fondo, lo que falta es el drenaje profundo que toda metrópoli de las dimensiones de Guadalajara tiene. El drama es que cada que llueve, el espacio público, se transforma de ser un sitio hecho un asco y cotidianamente peligroso a terriblemente peligroso. Sin lluvia te pueden chocar, asustar, enfermar, asaltar, secuestrar, etc., y con lluvia, además de lo anterior, no puedes llegar a tu destino, te quedas sin luz, sin internet, te puede caer encima un árbol, tienes que caminar o nadar en agua de lluvia revuelta con excremento humano, puedes perder tu auto, tus bienes o la vida y, para variar, los “servicios de emergencia” no llegarán a tiempo. La constitución nacional, les encarga a los ayuntamientos, la tarea obligada de construir el drenaje público suficiente, y como los ayuntamientos actuales, además de irresponsables, no son muy listos, no saben cómo enfrentar este deber, se hacen tontos y le dejan su tarea a un SIAPA que, por cierto, idiotamente, le quitaron lo intermunicipal y le dejaron la responsabilidad al gobierno del estado, que tampoco pudo con esa tarea. Además, crearon un malnacido Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara que, con su rimbombante nombre, a diez años de su creación no ha servido para solucionar nada relevante, solo para vaciladas mediáticas, dar trabajo a sus “conocidos” y desperdiciar dinero útil para construir el tan necesario drenaje profundo de la ciudad. Con tanto menso “gobernando”, cada día estamos peor. Lo que necesitamos es inteligencia en los ayuntamientos, fortalecerlos, retomar sus responsabilidades, rediseñarlos, y poner orden institucional, rápido. El problema no es la lluvia, porque sin drenaje, cualquier lluvia será intensa o atípica. ¡Ni hablar!
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