Nadie -salvo la familia feliz y el jefe de gabinete del Gobierno de Jalisco, el tal Hugo Luna Vázquez- entiende por qué razones quiere el gobernador Enrique Alfaro que reanuden clases sí o sí, estando en plena pandemia. Ya van 10,172 muertos por Covid en Jalisco y el Gobierno del Estado ni suda ni se acongoja.
En Jalisco, entre los maestros de colegios particulares hay miedo, pero no tanto.
Ayer Mural publicó esto: “La Federación de Escuelas Particulares de Occidente (Fepoc) a la cual pertenecen alrededor de 150 instituciones en Jalisco, aseguró que no formará parte (sic) del llamado realizado por la Asociación Nacional de Escuelas Particulares para retomar clases presenciales a partir del 1 de marzo, sin el aval de la Secretaría de Educación Pública (SEP) (sic)…
“…Hemos estado en las mesas de diálogo y estamos de acuerdo con que no es un regreso a clases (sic), sino un seguimiento académico con grupos pequeños de 9 niños máximo como lo planteó la SEJ y los colegios agremiados a nosotros estamos de acuerdo (sic) con lo que dice el Gobernador y el Secretario de Educación”, expresó”.
Los maestros de escuelas particulares parecen la chimoltrufia, y así como dicen una cosa dicen la otra, pero ahora falta ver qué dicen los padres porque nadie paga para que se les contagien o mueran los hijos. Nadie, pero a los del gobierno de Jalisco y los ayuntamientos metropolitanos como Guadalajara y Zapopan antes de que sus alcaldes se vayan a competir ya les urge adjudicar las compras como sea, en medio de sospechas altísimas, a dejar que se les vaya este negociazo. Aunque pongan en peligro grave a nuestros niños. Mientras los amigos de Pablo Lemus y Juan José Frangie ya recibieron por quinto año el contrato para proveerlos. Sí o sí, se llevan esas ganancias.
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que A Fondo Jalisco no se hace responsable de los mismos.