Como va:
Póngale usted los nombres que quiera, rectores, periodistas, empresarios, pero los anticorruptos de Jalisco enseñaron el cobre hace mucho tiempo. Les jugaron a muchos -yo nunca confié de ellos- el dedo en la boca, crearon un Comité de Selección del Sistema Estatal -no se ría, así se llama- Anticorrupción que a su vez creó la Comisión de Selección del Sistema Estatal Anticorrupción que a su vez avaló el proceso de selección de Auditor Superior del Estado de Jalisco y todo eso permitió que se estén lavando las cuentas públicas de todos, a la vista de todos, y ante la complicidad de todos.
Esto es lamentable. Primero le quiero recordar lo que Notisistema publicó a Mireya Blanco el 14 de septiembre del 2017: “Diputados locales eligieron a los nueve notables de la Comisión de Selección del Sistema Anticorrupción en Jalisco, que a su vez, designará al Comité de Participación Social que encabeza el sistema.
“Al comenzar con la votación de las leyes secundarias del sistema Anticorrupción, los legisladores eligieron a cinco integrantes de universidades y cuatro propuestos por la sociedad civil.
“Se trata de Juan Gerardo de la Borbolla, rector de la Universidad Panamericana; Raúl Ernesto Quintero Peña, del centro universitario UTEG, Roberto Arias de la Mora, del Colegio de Jalisco, Héctor Manuel Robles Ibarra, rector de la universidad Enrique Díaz de León y Mara Robles, rectora del Centro Universitario de Los Altos, de la universidad de Guadalajara.
“Por parte de la sociedad civil los cuatro asientos son para el empresario René Rivial, Isabel Sepúlveda de COPARMEX, Diego Petersen Farah, propuesto por el Colectivo Jalisco Como Vamos y María Isabel Lazo Corvera, propuesta de la Cámara de Comercio.
“Los nueve notables deberán emitir la convocatoria para nombrar al Comité de Participación Social del Sistema Anticorrupción”.
Bueno, pues en el Congreso del Estado, tanto la actual Comisión de Vigilancia que preside Hugo René Ruiz Esparza, como la Junta de Coordinación Política han aprobado regresar -leyó usted bien- Cuentas Públicas con cargo, por primera, por segunda y por tercera vez.
La ley dice que solo se puede una vez -lo cual es insólito y aberrante, pero ellos la regresan tres veces.
El martes 28 de agosto, Julio César Hernández en su columna Entre Semana de El Diario NTR exhibe el robo que los diputados mencionados pretenden hacer lavando la cuenta pública 2015 de Zapopan que preside el voraz Pablo Lemus Navarro, leamos parte de la columna: “Que los diputados integrantes de la actual Legislatura pretendan antes de irse lavar la Cuenta Pública 2015 del presidente municipal de Zapopan, Jesús Pablo Lemus Navarro, para perdonarle cargos que le impuso la Auditoría Superior del Estado por mil 282 millones de pesos, no es cualquier cosa; sin embargo, sin recato alguno atropellaron lo establecido en la Ley de Fiscalización en busca de su objetivo.”
“En nuestra entrega de ayer advertimos que de acuerdo con el segundo párrafo del artículo 85 de esta Ley de Fiscalización, desde hace seis meses se le venció el plazo a la Comisión de Vigilancia –que encabeza el priísta Hugo René Ruiz Esparza, ex alcalde de Lagos de Moreno– para dictaminar o hacerle observaciones a dicha cuenta y que, por lo tanto, el presidente del Congreso –el también priísta Jorge Arana, ex alcalde de Tonalá y miembro de la misma comisión– debió de dar cuenta al pleno para que fuera aprobada en los términos en que la envió la ASEJ, o sea, con los millonarios cargos, y no regresársela para una… ¡tercera revisión!”
Bueno, los diputados en complicidad de los integrantes del Comité de Participación Social (CPS) que preside Jorge Alatorre Flores del recién creado Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) ya le vieron la cara a los jaliscienses. Estos guardianes de la honestidad hasta ahorita no se han pronunciado respecto a ese descarado robo millonario y de paso pretenden exhibir al titular de la Auditoría Superior del Estado como lavador de cuentas para finalmente quedarse con parte de lo que corresponde a los zapopanos: un ingreso multimillonario que el presidente municipal Pablo Lemus, que no tiene un pelo de dadivoso, se resiste a cobrar a sus amigos fraccionadores. Bueno, se resiste a meter a las arcas municipales ese dinero.
Usted ya se imagina donde andan esos mil 300 millones de pesos.
@ivangarme
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